Se acerca la Navidad y los regalos y las felicitaciones de Navidad para los clientes y colaboradores es algo muy manido, pero generalmente, mal planificado y fatal ejecutado. Salvo contadas excepciones, el detalle navideño pasa por una descafeinada postal de navidad ¡digital!, una idea de regalo que nunca llega a realizarse o un detalle insignificante elegido al azar de un catálogo de regalos de empresa que termina, con suerte, en el cajón del cliente sin más.
El caso es que la Navidad es un buen momento para hacer una pequeña campaña de comunicación a bajo coste y que, bien hecha, es bastante agradecida. Planificada con tiempo, es una buena excusa para:
- Contactar con clientes con los que hace meses que no hablamos.
- Organizar una visita al cliente para entregarle el regalo y así que nos cuente qué hace, planes para el año nuevo,…
- Retomar acciones que quedaron paradas.
- Que nuestra compañía vuelva a estar de nuevo en su top of mind.
Acciones de comunicación navideñas para agradar (de verdad) al cliente
Regalo personalizado. Y no hablamos de un usb con tu marca. No, un detalle de verdad personal. Algo que realmente sorprenda al cliente, le ilsuione y le haga recordar el momento con cariño. Los lazos personales soportan mucho mejor el paso del tiempo en las relaciones comerciales.
No felicites «al peso». No hace falta enviar una postal de navidad a alguien con el que no tienes relación. Nos referimos a que no envíes una postal por email a una base de datos cuyos destinatarios ni siquiera sabes quiénes son. No te aporta nada. No le aporta nada a ellos. Dedica tus esfuerzos a los clientes que de verdad merecen tu tiempo.
Envía un mensaje personal. Las felicitaciones por email son una lacra. Pero también se pueden hacer cosas muy bonitas, el canal no es el problema. Hacer un texto personal contando cómo ha ido el año desde tu lado más emocional es un acierto. Somos humanos, nos gusta saber cómo les va al resto y unas palabras bonitas y sinceras pueden calar hondo entre tus colaboradores. Una acción barata y efectiva. Deja que tu equipo de diseño a agencia de publicidad o imagen te lo maquete adecuadamente, y será la mejor felicitación que reciba el cliente ese año. Estamos casi seguros de ello.
La comida. LA COMIDA. No hablamos de un jamón que llega a través de un mensajero y que lo entrega de forma aséptica. Se llevan las cestas de fruta, los centros de productos hechos a mano, el valor de las cosas locales preparadas de forma tradicional. Llévalo a tu oficina, añade una nota, un texto, unas líneas explícitas para tu cliente y donde quede patente vuestra relación y haz que lo entreguen con el mayor cariño del mundo, O llévalo tú en mano. Imposible que no te reciban con alegría.
Invita a un desayuno personal. Quien dice desayuno dice almuerzo, brunch o modalidad de ingesta que más os apetezca. Sin estridencias. No hace falta dejarse el suelo, es la excusa para llevar al cliente (sobre todo en el caso de modelos B2B) a un sitio agradable sin ocuparle mucho tiempo.
Huye de las ofertas de descuento típicas. No aproveches el momento para enviar un mail de felicitación con un bono descuento del 20%. Olvídate. Deja la parte comercial para otro momento, por favor.
Piensa en el lado más humano de la Navidad. Convierte la acción de comunicación en algo personal. Trata al cliente de forma cercana, aléjate de los automatismos y apuesta por elementos que hagan que el cliente te tenga en buena estima.
¿Alguna manera más dulce de recuperar la relación y empezar el año con buen pie? Y, si necesitas ayuda, solo tienes que tocar el timbre de nuestra puerta.