Hace un porrón de años, alguien se levantó por la mañana y decidió que las cosas tenían que llamarse de alguna manera.
Ahora, aunque suene un poco más cool porque lo llamamos Naming, seguimos preocupados por ese mismo proceso:
¿Qué nombre puedo ponerle a mi nuevo negocio?
¿Qué es el Naming?
El naming es un proceso que, a través de técnicas de marketing diseñadas previamente, da nombre a una marca, proyecto o producto nuevo. Una técnica que no está estrictamente pautada y que debe llevarse a cabo por especialistas para que puedan crear un nombre sólido y con proyección de futuro.
Tu nombre de marca es lo primero escucharán sobre ti tus clientes. Es aquello que te va a definir ante el público y el primer recurso que puedes utilizar para captar su atención. Le otorga identidad y personalidad al negocio y puede llevarlo hacia un éxito rotundo o un fracaso estrepitoso.
El Naming no es lo mismo que el Branding
¡Ojo! No hay que confundir naming con branding. El branding o “gestión de marca» engloba una infinidad de conceptos que terminan de configurar la personalidad de tu empresa: La identidad visual, el tono, el logotipo… El naming es sólo una parte de todo eso.
Pero, aunque el naming sólo sea una parte del branding, no te pienses que es moco de pavo. Hay empresas que crean departamentos enteros exclusivamente para este proceso.
¿Por qué es importante el Naming?
Con la enorme cantidad de competencia que te encontrarás al salir al mercado y la volatilidad que tienen los consumidores con ciertos productos, vas a necesitar que tu naming sea como un impacto directo al hipocampo de tus clientes.
¡Dato científico! Sí, el hipocampo es uno de los elementos importantes de nuestro cerebro para la memoria a largo plazo. Por eso, más vale que tu nombre de marca se compre en ese rincón un buen adosado que dure para toda la vida en la mente de tu público objetivo.
Puede que pienses: ¡A ver, decir que tu nombre será “para toda la vida” suena un poco exagerado! Podré cambiarlo si no funciona…
Quizá, pero es arriesgado. Existen casos como el de la marca “Duracell”, que cambió su nombre e hizo que su fama se disparase.
Nosotros, amantes de los refranes, preferimos prevenir que curar ya que modificar el naming de una marca madura y consolidada puede hacerte perder todos tus clientes de un plumazo.
Por eso, queremos dejarte unos ✨ TIPS PARA CREAR UN NOMBRE DE EMPRESA IMPRESIONANTE ✨
Qué elementos tiene un buen nombre de empresa
Empecemos por lo más básico. Aunque hay miles de nombres que triunfan en el mundo de las marcas, todos ellos contienen alguno de estos elementos:
Un nombre atemporal. Tu nombre no puede estar ligado a una moda pasajera o poco relevante que pueda caer en el olvido como lo hicieron las hombreras o los cardados bien altos.
Tener un significado y justificación acorde con la empresa. Debe ser algo que te defina.
Distintivo. Un nombre único que te diferencie del resto de tus competidores.
Debe ser breve, sencillo y sonoro para que sea fácil de recordar.
Legible y fácil de pronunciar para generar pregnancia.
Que se relacione con algo positivo y evoque una sensación de confianza en el cliente.
Que sea de carácter global para que pueda estar al alcance de cualquiera.
Que resalte la personalidad de tu negocio ¿Cómo es tu negocio? Sofisticado, familiar, cercano, descarado, rompedor…
¿Cómo creo mi nombre de empresa?
No existe una formula concreta para conseguir un nombre de empresa genial y extraordinario.
Aunque a veces la clarividencia puede venir durante un sueño reparador, en Capitán Quimera recomendamos que tu naming se base en una estrategia de marketing sólida:
Analiza el mercado y la competencia. Para ser diferente, primero tienes que saber cómo son tus competidores y cómo se comunican con su público.
Analiza con detenimiento tu empresa para que tu nombre te defina a ti y a tu misión lo mejor posible. Valora tus objetivos, personalidad, mensajes que quieres transmitir…
Realiza una lluvia de ideas. ¡Somos amantes del Brainstorming! Y si es en equipo mucho mejor. Poner en común ideas amplía tus puntos de vista.
Crea una lista y no te dejes llevar por los sentimientos. Muchas veces elegimos un nombre basándonos en nuestros gustos personales o pensamientos. Para posicionar mejor tu negocio, tienes que ser objetivo y valorar qué nombre interesará más a la audiencia.
Tipos de nombres de empresa con ejemplos
Para acabar con esta guía sobre el naming, te contamos algunos tipos de nombres que puedes poner a tu empresa para triunfar:
Nombres que describen tu negocio. Nombra la acción, producto o misión de tu marca. “Pizza Hut” y “Gas natural”
Abreviaturas. Con palabras o nombres relacionados con tu empresa. IKEA o H&M.
Geográficos. No hace falta que sea algo tan obvio, puedes utilizar elementos de tu ciudad o país que lo hagan especial. Por ejemplo, Nokia proviene de Nokianvirta, un río en Finlandia.
Nombres abstractos que surgen de una lluvia de ideas creativa. Ya te hemos hablado del brainstorming. Crea conceptos inventados como Twitter o Google.
Nombres que buscan ser sugerentes. Puedes basarlos en la sensación o experiencia que te genera el producto al usarlo como, por ejemplo, “Choco-krispies”.
Neologismos. Puedes unir dos conceptos que te caracterizan. Por ejemplo, “NET-FLIX” o “FACE-BOOK”
Sabemos que encontrar un buen nombre puede ser una auténtica batalla campal. Por eso, en Capitán Quimera te ayudamos con los namings rigurosos y las lluvias de ideas desvariantes.