¡Ay! Cuántos quebraderos de cabeza nos da el branding, logo arriba, logo abajo. Hagamos memoria. Te llega un cliente, o un amigo o el conocido del conocido y te cuenta que quiere abrir un negocio. Con la ilusión que hace montar un negocio. Que si elige nombre, busca local, negocia con proveedores, piensa en cuándo va a abrir, quién va a trabajar allí,… Todo suena bien pero. PERO. Siempre hay un pero. Llega la hora de ejecutar y de crear la imagen corporativa.
Y aquí, amigos, todo parece caro. No hay excepción. Crear un logo, un rótulo, vinilación de fachada, de interiores, decoración, folletos, publicidad, papelería, web, eslogan, mensajes, contenido… esto siempre resulta muy caro. ¿Esto no se hace con el Paint? ¡Pero si mi vecino se hacía las carátulas de los cds! ¡Y hace fotomontajes para facebook! ¡y vídeos!
Llega el jaleo y escuchas la frase: el logo me lo hace un amigo al que le gustan estas cosas. Todos los sabemos desde ya. El logo va ser horrible, lo es, ya está creado, lo hizo ayer por la tarde. Y aquí, con todos vosotros, la ristra de problemas que conlleva ese logo y que van a dar mucho de sí.
- El logo no representa nada ni transmite ningún valor de la empresa.
- El logo no es legible.
- El logo no tiene versiones.
- El logo está hecho en formato imagen jpg y no es editable y no tiene resolución.
- El logo es inadaptable a otros formatos.
- La tipografía del logo da problemas.
- El logo lleva algún dibujo proveniente de Paint o de Word o de vete a saber de dónde salió ese dibujo.
- El logo no le gusta al dueño, que no te lo dice claramente, pero te lo hace intuir.
- El que le diseñó el logo no sabe nada de diseño gráfico ni tiene cultura visual.
- El dueño ha pagado por ese logo.
- El dueño va a volver a pagar por el rediseño del logo.
Por qué los diseños cuestan dinero
Sencilla pregunta. Por el simple hecho de que lleva horas hacerlo. El diseñador tienen unos conocimientos, sabe usar ciertos programas, tiene formación, una cultura visual y experiencia. Y eso se traduce en trabajos bien hechos y acabados.
Por tanto, ten en cuenta cuando empiezas que cada elemento que quieras hacer (web, logo, flyer, folleto, revista, tríptico, tarjeta, pegatinas, roll up, photocall, vinilos, vídeo…) llevan su presupuesto. Porque cada uno es un elemento distinto y, aunque todos tengan una imagen corporativa común, se trabajan de forma independiente y cada uno lleva sus horas.
Generalmente, el hacer un logo no consiste en hacer un dibujo, sino en diseñar la imagen de una marca, debe ser inconfundible, icónico, visual, adaptable, reconocible, preparado para ser aplicado a un montón de elementos en los que en años posteriores se va a poner.
La recomendación: acude a una (o más de una) agencia de publicidad o de diseño gráfico y que te presupuesten el trabajo. Escucha, aprende de ellos y siempre mejor un trabajo hecho por un profesional. Como en todo.
¿Preparado para crear el logo del que te sientas orgulloso?